20/02/2006

Querido Peter:

Me gusta recordar tus manos cuando hago un puño. Sé muy bien que estoy lejos y NO creo volver a verte (aunque me guste más creerlo que pensarlo).

No escribiré mucho, pues no tengo tiempo. Aún leeré 600 cartas más antes de botarlas e irme. NO puedo dejar de hacerlo.

Me pongo retos, has dicho. Que parece que mi cabeza fuera de otro mundo. Sí es así, NO quiero cambiar de mundo.

Es hora de irme ya. Un ventarrón arregló mi peinado. NO diré mucho más por que aunque tu cuerpo muy bajo esté, sé que lees mis pensamientos.

Catrina.

Mírame.

Me miras y de pronto sonríes, alzas la mano liviana que posees. Te miro. Sí, te miro; eso me hace sonreír. Te miro porque al verte echada en el césped mirando las nubes, pienso.
Pienso en ti, en quién eres y en por qué sonríes al mirarme y pienso en la razón de tu existir.
Sé, que cuando pasas, me buscas. Yo lo sé. Me brillan los ojos al verte.
Te leo. Te leo y busco leerte con palabras, con diseños, con peinados. Tu vestir me gusta o tal vez sea la forma en que tú vistes, no lo sé.
Quisiera reírme contigo, pero NO PUEDO. No quiero perderte. Sé que me miras, sé que te intrigo y me gusta. En realidad me gusta.
Tal vez mañana, tal vez el lunes por la mañana, me gustaría saber si tu liviana mano otra vez va a alzarse. Descubrir si es que voy a mirarte y voy a escribirte y a cantarte... Y a mirarte de nuevo.
Volveré a pasar, entraré en otro mundo y me olvidaré de ti; hasta que vuelva a encontrarte y sonreíras, me mirarás y seguirás de frente.

Una entrada de desesperación.

Nunca les ha pasado que están en la biblioteca, haciendo un trabajo y YA NO SABEN QUE HACER. El tiempo corre, sientes que no avanzas y necesitas ALGO. Algo que te saque de tu prisión.
Necesité ese algo y entonces entré a escribir. Sé que no tengo más que un par de minutos antes de que vuelva a esclavizarme a los típicos trabajos de FIN DE CICLO, pero siempre es bueno ser conciente de que ALGUIEN sabrá que estás ahí, esperando.
Y es mejor aún cuando ese alguien eres TÚ.

CORRECCIÓN:
Entrada de un par de minutos no DE DESESPERACIÓN.

Ser lo suficientemente alguien como para que usted me recuerde.

No sé donde pero hoy escuche una canción muy pegajosa. Sí, de esas que canta alguna de tus amigas una y otra vez aunque sea un pedazito y luego se te pega. ¡A quién no le ha pasado! Y caminaba así, de regreso a casa con un amigo, cantando una y otra vez: Tengo para darte todo mi universo...(8). Y lo peor de todo es que sólo recordaba la tonadita y cómo comienza el coro.
Y no es que le cantaba precisamente al amigo mío que me acompañaba. Sin embargo, después de haber dicho cincuenta veces la misma frase, se me vino a la mente la figura de otro amigo (para variar).
Sí, mi amigo, EL GORDITO. Él que si tiene para dar todo SU universo jajajaja. O bueno tenía porque desde que empezó la universidad como que se ha cuidado un poco. Ustedes saben las amistades, la figura, la enamorada. En fin, esta entrada no era precisamente para hablar de cómo está mi amigo. Pero como una idea lleva a otra, recordé algo que quedó muy grabado en mi mente, tan grabado y tan bien guardado que no lo recordé hasta hoy. Típico en mí.
Y resonaban en mi cabeza las siguientes palabras: Ser lo suficientemente ALGUIEN como para que usted me recuerde. Entonces fue cuando recordé al profesor de literatura del colegio Don Ramón, un viejito tan lindo...

(continuará)

Por unos PRINGLES.

Jajaja! Sí, sé que no debo empezar riéndome, pero es tan gracioso.

Ayer, en un típico JUEVES, saliendo de clase de matemática 1 (después de haber peleado con el profesor por notas) encontré a un amigo con el que iba a ir al icpna.

Y así, tomamos un taxi y llegamos al susodicho lugar donde subimos al cuarto piso, aún temprano. Por suerte, encontramos al profesor y jadeando (por haber subido corriendo) lo saludamos y nos sentamos.

Aún cuatro minutos para la hora de 'cerrar la puerta'. Cuando entonces, a "la querida Omyta" como dice mi amigo, se le antojaron unos PRINGLES y salimos OTRA VEZ, corriendo, gritando...

A: por esta escalera:
B: no por la otra x) ñaca ñaca.

Pregúntandonos venderán acá o iremos a Merpisa (que por cierto ahoa es Wong). Al fin, encontramos los pringles.

Cinco minutos después, nuestras cosas estaban FUERA.

Noviembre

Sé que es un poco difícil pegarse a postear el blog a diario, pero la culpa la tiene este mes. Sí, NOVIEMBRE. En realidad no sé si odio o amo este periodo de 30 días. Pero es algo complicado darse cuenta que las supuestas buenas cosas deberían pasar justo en estos días y no ocurren. Es como cuando idealizas la navidad y la pasas mirando la hora en que amanezca ya, tomando, conversando, como cuando no te nace por qué celebrar la navidad. Y no es que no sea católica por si acaso. Sólo medito mucho las cosas y en realidad no le encuentro sentido ni al chocolate ni al pavo ni a las luces de arbolito. Aunque me encante comer BIEN.

Regresando al "lindo" mes. Como sabrá alguien también, es el mes de mi santo, cumpleaños o como se llame. Y como todas las personas hago planes desde el 12 de noviembre del año anterior. Ja! y qué planes. Pero por azares del destino o de Dios, nunca se cumplen. O no como yo pensé. Y no estoy afirmando que pase malos cumpleaños. Si no que soy terca, que quiero pasarlos como YO QUIERO. En sí creo qe tengo ese problema no sólo con los cumpleaños jajaja.

Otra de las cosas resaltantes de noviembre son los amores. Sí, no sé si es una cábala o algo escondido. Si embargo siempre me pasa. Y cuando digo siempre es porque existe una excepción, al menos que recuerde ahora.

Faltan algunos días y aunque no es común en un noviembre. Estoy sin nuevos avisos ni mensajitos rimbonbantes en el celular ni nada que se le parezca. Pasé los últimos meses aferrándome a la idea de alguien (que sólo existe en mi cabeza o tal vez nunca existió) y lamentablemente hace un par de días saqué a cuenta que debía de empezar a desechar esa idea. Que no me creo lo suficientemente estúpida para andar atrás de esos seres que se llaman hombres. Aunque en realidad NUNCA lo he estado.

Y así vino noviembre, otra vez, con paquete completo .Y aunque no me alegra los planes para este cumpleaños (porque son realmente devastadores por causas de fuerza mayor) felizmente tengo muchas cosas en que entretenerme ahora.

Como dice Sabina: Yo no quiero vecinas con pucheros. Yo no quiero sembrar ni compartir. Yo no quiero catorce de febrero ni cumpleaños feliz.

Un comienzo al final del camino.

Una historia.
Definitivamente, algo qe todos hemos pensado siempre. Un comienzo al final del camino. O al menos alguna vez. Es díficil, lo sé, entender cada cosa qe pasa en nuestra vida y saber qe decidir, qe decir, cuando hacerlo, como hacerlo. En fin, tantas cosas. Muchas historias existen y seguirán existiendo aún más. La magia de colocarlas en palabras es un arte. O una ilusión desde muy chico.