Recuerdo muy bien "el plan", 'Creamos un correo y le mandamos mensajes así como si existiera una admiradora secreta y veamos que pasa, fácil es EL pendejo..." Y así, yo era la encargada del engaño por las facilidades tecnológicas de la vida y nuestro plan iba muy bien, al menos eso creíamos.
Un día así por jugarretas del destino pasó lo que NO debía pasar, y claro como dentro de nuestro plan para la parte del chisme yo imprimía los correos y esas cosas como pruebas analizadas en el tiempo. Unas hojas cayeron del fólder de una amiga y por azahares del destino llegaron a manos de el chiquito este, tremendo hoy.
Y la amiga que 'quería con él' se moría de miedo, de vergüenza, se corría de pasar de su lado y hasta abandonamos la misión días después. A los pocos meses, esa amiga mía había olvidado ya todo eso y miraba horizontes no tan avanzados. Yo andaba en mil cosas, casi como siempre.
Hasta que un día, moría de hambre en clase y decidí salir a hacer crecer mi cuenta en la cafetería. Cuando escuche, "¿Has escrito tú esto?"... Fue ahí donde comenzó una larga conversación y al no poder seguir negando lo evidente, lo que hice fue tornar amena la historia.
Pasaron los meses y así fue como tuve mi primer cuasi-enamorado, lo vi recientemente y me saluda como siempre con una gran sonrisa en el rostro y es como mi hermanito mayor, el que me mira de lejos y sonríe.